Nocturno frió.
Hoy deberíamos hacer el amor!
Porque llovió mucho
Y se siente frió,
Afuera, las calles están solitarias,
Esa calle empedrada que tanto nos gusta
Brilla mucho, hasta parece que por ahí paso Dios,
Todo esta en quietud, los árboles guardan silencio
Y solo escapan sus murmullos que son mas como quejidos
O ¿será el gemido de cuando hacen el amor?
La noche me parece hermosa
A pesar de que el cielo esta muy oscuro
Y el viento helado quema mi piel.
Esta noche me gusta,
Hoy no hay coches, y hasta la avenida está solitaria,
Ni las campanas de la iglesia han sonado!
Te digo... hoy esta muy tranquilo y solitario,
Me asomé a mi ventana
Y la iglesia se confunde con las dos montañas,
Hoy no hay luna hermosa,
Y aun caen gotas muy frías de la tormenta que paso,
Pero la noche me gusta.
También se siente como en un cementerio,
Muy lúgubre, sombrío, con neblinas de quietud.
Aun así, hoy deberíamos hacer el amor.
Sólo en sueños,
sólo en el otro mundo del sueño te consigo,
a ciertas horas, cuando cierro puertas
detrás de mí.
¡Con qué desprecio he visto a los que sueñan,
y ahora estoy preso en su sortilegio,
atrapado en su red!
¡Con qué morboso deleite te introduzco
en la casa abandonada, y te amo mil veces
de la misma manera distinta!
Esos sitios que tú y yo conocemos
nos esperan todas las noches
como una vieja cama
y hay cosas en lo oscuro que nos sonríen.
Me gusta decirte lo de siempre
y mis manos adoran tu pelo
y te estrecho, poco a poco, hasta mi sangre.
Pequeña y dulce, te abrazas a mi abrazo,
y con mi mano en tu boca, te busco y te busco.
A veces lo recuerdo. A veces
sólo el cuerpo cansado me lo dice.
Al duro amanecer estás desvaneciéndote
y entre mis brazos sólo queda tu sombra.
J Sabines
